Es una artrosis primaria o secundaria de la articulación metatarsofalangica del hallux o dedo gordo del pie. Se presenta como una limitación de la movilidad dolorosa, sobre todo en flexión dorsal (no puede elevar el dedo gordo).
Se trata de una patología dolorosa y suele tener deformidad ósea (osteofitos) en la cabeza del metatarsiano y en la base de la falange. El paciente suele compensar la marcha y cambia de calzados. En el caso de las mujeres, ellas tienden a evitar tacones altos.
Causas
Esta dolencia es producto de alteraciones en la forma o en la biomecánica, ya sea por problemas en el pie o por enfermedades sistémicas que afectan articulaciones (gota, reuma, etc.) o secundario a traumas.
Diagnóstico
En la mayoría de los casos es suficiente con unas buenas radiografías en posición de frente y perfil parado con carga y una imagen oblicua. En caso de sospechar lesiones del cartílago o la presencia de quistes intraóseos o de la calidad ósea agregamos una RMN y/o una TAC.
Tratamiento Hallux Rigidus
En las primeras etapas se puede iniciar con modificaciones del calzado (suela rígida en balancín), uso de plantillas con extensión de Morton, fisioterapia e infiltraciones.
En caso de no respuesta al manejo conservador, existen múltiples opciones quirúrgicas que van desde una simple sinovectomía articular, luego la remodelación de tejido óseo (cabeza del metatarsiano y base de la falange), osteotomías de acortamiento, descompresión y modificación de eje de carga, tanto en primer metatarsiano como en falange proximal.
Finalmente, en fases más avanzadas, con un mayor deterioro articular, puede ser necesario recurrir a la fijación de la articulación o artrodesis.